
Cómo afrontar el diagnóstico del cáncer de mama
Con la llegada de un diagnóstico de cáncer de mama es normal que sientas un cúmulo de emociones no muy agradables como son la incertidumbre, el miedo, la ansiedad, la rabia, la tristeza, la negación o la culpa entre otras. Es importante comprender que todas las emociones que se sientas están bien, son normales y adaptativas ya que es una situación que así lo requiere, para poder generar mecanismos de adaptación y afrontamiento.
A menudo, este proceso oncológico cambia drásticamente nuestro presente y diversas áreas importantes de la vida se ven afectadas: se rompen las rutinas, surgen cambios de roles en la familia, los planes o proyectos de vida se paralizan, cambia la imagen física, la sexualidad se ve afectada… para dar entrada a una situación nueva y desconocida que nos plantea incertidumbre sobre el futuro y nos da la sensación de pérdida de control sobre nuestra vida. Pero, a pesar de este fuerte impacto hay mucho que puedes hacer para recuperar el control y estas son algunas recomendaciones para ello:
- Comparte tus deseos, emociones y pensamientos con otras personas (amigos, pareja, familia…) y/o escribiendo. Te ayudará a entenderte mejor, a sentirte comprendida y favorecer la unión con tus seres queridos.
- Respeta tus límites. Es normal sentirte cansada a raíz de los tratamientos y que haya cosas que te cuesten hacer o tengas que variar la forma de hacerlas.
- Céntrate en las cosas que puedas hacer.
- Crea una nueva rutina basada en el autocuidado y el ocio. Por ejemplo, salir a dar paseos, hacer ejercicio, descansar lo que necesites, hacer planes, empezar una afición nueva… ayudará a que cada día te levantes con un objetivo y derives tu atención hacia otras cosas.
- Focalizarte en el presente, en lo que estás haciendo ahora, ayudará a manejar mejor la ansiedad anticipatoria.
- Asistir a grupos de pacientes o grupos de apoyo es una manera de compartir e intercambiar experiencias.
- Recuerda que este puede ser un camino largo y muy cambiante, por lo que necesitaras tiempo para asimilar esos cambios y adaptarte a las situaciones.
- Si lo necesitas, no dudes en buscar la ayuda o el apoyo de un profesional de la psicología que sin duda podrá hacerte un apoyo o intervención personalizada.
Recuerda, tus emociones no te definen. Si estás pasando por un momento complicado es normal sentir ciertas emociones a las que damos un valor negativo y desagradable como la tristeza, pero estar triste no te convierte en una persona triste.
Nadira Delgado, psicooncóloga.